“Altos oficiales israelíes pidieron ilegalmente el uso de munición real contra los manifestantes palestinos desarmados, que no suponían una amenaza inminente para la vida”, subraya este martes HRW en un comunicado.
De acuerdo con el texto, el régimen de Tel Aviv es responsable del alto número de muertos y heridos entre los palestinos, que ocurrió como consecuencia de dar a los soldados israelíes la libertad de utilizar fuerza letal “más allá de situaciones de peligro para la vida, en violación de las normas internacionales”.
Al respecto, el director adjunto de HRW en Oriente Medio, Eric Goldstein, ha afirmado que los militares israelíes “no solo actuaron con fuerza excesiva”, sino que, al parecer “seguían órdenes que garantizaban una sangrienta respuesta militar” a la Gran Marcha del Retorno en la Franja de Gaza con motivo del Día de la Tierra Palestina, que dejó 18 muertos y unos 1500 heridos.
Altos oficiales israelíes pidieron ilegalmente el uso de munición real contra manifestantes palestinos desarmados, que no suponían una amenaza inminente para la vida”, reza un comunicado de la oenegé pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
“Las muertes resaltan la importancia de que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) abra una investigación formal sobre crímenes internacionales graves en Palestina”, enfatiza HRW.
Sin embargo, el ministro de asuntos militares de Israel, Avigdor Lieberman, rechazó el domingo los llamados internacionales para que se realice una investigación independiente sobre la matanza de manifestantes palestinos durante dicha marcha.
Aunque varios países del mundo y organismos internacionales, incluidas la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y la Unión Europea (UE), condenaron el uso de la fuerza excesiva por los militares israelíes durante la Gran Marcha del Retorno en Gaza, el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, elogió la matanza de palestinos en el enclave costero.
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