Publicada: jueves, 30 de noviembre de 2017 13:14

Cada día se evidencia más que nunca la normalización de lazos entre el régimen israelí y los países árabes, encabezados por Arabia Saudí. Algo que en la política de la región de Oriente Medio se consideraba como un Tabú.

En este sentido, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, anunció que está intentando formar una alianza contra Irán junto con países árabes ribereños del Golfo Pérsico.

“Los buenos tratan de unirse a Israel de una nueva manera, formando una alianza efectiva para contrarrestar la agresión de Irán”, lo afirmó Netanyahu en una entrevista en el Instituto de Chatham House, en Londres (capital británica), a lo que ha añadido que los países árabes ven a Israel como un “aliado” para hacer frente a las “ambiciones de Irán”.

En este artículo pretendemos estudiar el antecedente de la relación entre el mundo árabe y el régimen israelí, además de analizar el porqué de la cercanía de ellos.

Raíces de la tensión árabe-israelí

La causa palestina constituyó el principal motivo de la tensión entre los países árabes y el régimen israelí. De hecho, desde 1948 cuando venció el mandato británico de Palestina, ellos se han visto involucrados en un profundo caos, al punto de que los primeros, encabezados por Siria y Egipto, declararon la guerra al régimen de Israel en varias oportunidades, pero 4 de ellas fueron las más destacadas; 1948, 1956, 1967 y 1973. En estas guerras, se oponían a su establecimiento en los territorios ocupados de Palestina.

No obstante, en todas estas contiendas, los árabes fueron los perdedores, dejando tal sentimiento de rencor entre los pueblos árabes que ninguno de ellos reconocían al régimen de Israel como Estado e incluso pretendían su eliminación.

Después de 1973, en varias ocasiones, hubo enfrentamientos a menor escala entre palestinos y otros países árabes con el régimen israelí, pero ninguno funcionó y ahora transcurridas varias décadas de aquel entonces, se ven señalas de mejoría entre ellos.

Irán, el enemigo común

En estas circunstancias, en Oriente Medio, se registró un acontecimiento trascendental; el cambio de régimen en Irán y el establecimiento de una República Islámica con el derrocamiento del rey Pahlavi, principal socio de EE.UU. e Israel en la región. El nuevo sistema gobernante en el país persa impulsaba la ideología chií y pretendía su extensión. Una realidad amarga para Arabia Saudí que mantenía el wahabismo y veía cómo el nuevo orden impulsado por Irán contradecía sus intereses en la región, a causa del número de seguidores que, día a día, iban ganando en países como Irak, El Líbano, entre otros.

De esta forma, aquellos países como Israel y Arabia Saudí, que consideraban el nuevo sistema iraní como peligroso para su idolología y existencia, empezaron acercarse entre sí. El régimen de Al Saud, encabezado en la década de los ochenta por el entonces monarca Fahd bin Abdulaziz, anunció un plan de paz para dejar a un lado la negación de la existencia de Israel.

Israel y los árabes se acercan

Si bien, los países reaccionarios árabes, antes colaboraban en secreto para normalizar lazos con Tel Aviv, ahora no temen para nada hacerlo de forma pública. Esto no se limita a las monarquías del Golfo Pérsico, sino según lo confesado por el expresidente israelí Shimon Peres, son 22 países árabes los que intentan establecer lazos con Tel Aviv.

El primer país árabe interesado en establecer lazos con los israelíes fue Arabia Saudí. De acuerdo con los documentos filtrados por Wikileaks sobre la normalización de relaciones entre Riad y Tel Aviv, el proceso del acercamiento entre estos dos se remonta a mediados de la década de los 90 cuando la monarquía saudí sacó a varias compañías israelíes de su lista de sanciones. Este proceso se fortaleció en 2002 cuando Riad propuso un "plan de paz" sobre la causa palestina y en 2005 los saudíes levantaron más sanciones a israelíes. Sin embargo, el punto inminente en los lazos entre estos dos, fue el reciente viaje en secreto del príncipe saudí, Mohamad Bin Salman, a los territorios ocupados de Palestina donde se reunió con varias autoridades israelíes.   

En este sentido, hay que señalar que cuando Mohamad Bin Salman derrocó a Mohamad Bin Nayef, el pasado junio, y le sustituyó, EEUU lo confirmó de inmediato y esto pone de relieve que existe un acuerdo secreto político entre Bin Salman y Donald Trump. Es posible que la Casa Blanca haya condicionado el apoyo al nuevo y joven príncipe heredero saudí a reconocer al régimen saudí.

Egipto es otro país árabe que pese a la prolongada tensión con el régimen israelí mantiene buenos lazos con Tel Aviv. Estos dos, desde que El Cairo reconoció la existencia del régimen de Tel Aviv y firmó los Acuerdos de Camp David, establecieron relaciones muy íntimas. De hecho, el expresidente egipcio, Anwar Sadat, firmando el acuerdo que fue conocido como el acuerdo de paz entre Egipto e Israel, sembró la semilla de la normalización de lazos con Tel Aviv.  

De 2013 a 2017, se estrechan aún más los lazos árabe-israelíes

En este contexto, hay que añadir que a partir de 2013, (cuando estaban en marcha las negociaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 y el creciente caos en Siria e Irak), que se considera como el inicio de una nueva era para el aumento de la influencia de Teherán en Oriente Medio, los países árabes encabezados por Egipto y Arabia Saudí decidieron estrechar aún más sus lazos con Tel Aviv. Incluso, según el exsecretario de Estado de EEUU, John Kerry, ellos habían pedido a Washington que bombardeara Irán y que no firmara un acuerdo nuclear con Teherán.

Es de mencionar que luego de la firma del acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1 que supuso una nueva era para las relaciones internacionales del país persa,  además del fracaso de Riad y sus aliados en derrocar a los gobiernos en Siria e Irak mediante terroristas de Daesh, que también fue una victoria para Teherán, la influencia y el poderío iraní se sintieron más que nunca en la región. Razón por la cual, en los últimos meses de 2017 las autoridades israelíes están haciendo público su plan de unión con los árabes.

En este sentido, el ministro de asuntos militares de Israel, Avigdor Lieberman, aseguró el pasado 19 de noviembre: “Hoy, Oriente Medio necesita más que cualquier otra cosa una coalición de estados moderados contra Irán”.

Con todo lo expuesto, se puede decir que el régimen israelí, aprovechando a Irán como una excusa, espera poder normalizar e incluso formar una alianza con los países árabes durante la presidencia de Donald Trump y el mandato del joven príncipe heredero saudí para poder materializar su anhelo de ser reconocido en el mundo árabe después de 70 años. Sin embargo, no se debe olvidar que lo que está acelerando últimamente este proceso, se debe también en gran medida a la nueva estrategia de EEUU hacia Irán, es decir, unir al mundo árabe con Israel frente al país persa para frenar su influencia en la región de Oriente Medio, tal como lo aseguró el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson.