En este artículo además de estudiar los rituales de Hach, se busca hacer un repaso de lo sucedido en 2015 durante la llamada “lapidación del diablo”, uno de los principales rituales del Hach y sus consecuencias.
Rituales del Hach
El Hach es el quinto de los pilares del Islam, donde el creyente musulmán debe peregrinar al menos una vez en su vida a la ciudad de la Meca, siempre y cuando tenga los medios económicos y las condiciones de salud necesarias. Así que Hiyaz, donde se localizan las ciudades religiosas de la Meca y Medina en el noroeste de la península Arábiga y cuyo control está en manos de Arabia Saudí desde 1932, es una zona de suma importancia para los musulmanes. Durante el acto religioso, millones de personas de cualquier raza, color o religión se dirigen hacia allí para realizar ese acto importante.
Dominio de Al Saud en la Meca y Medina
Tras la Primera Guerra Mundial y la división del Imperio Otomano, la geografía del mundo islámico se sometió a drásticos cambios . El Gobierno británico, en aquel entonces, se esforzó por unir a los árabes contra los otomanos y, en ese sentido, Abdelaziz bin Saud, organizó una fuerza militar que le permitió hacerse con el control de la mayor parte de la península Arábiga y constituir el actual Arabia Saudí, en 1932.
Una vez llegada al poder la familia de Al Saud, y su vínculo con el wahabismo, generaron enormes cambios en la administración de los lugares santos en Hiyaz.
Estampida mortal y sus consecuencias
El pasado 24 de septiembre de 2015 por la mala gestión de los saudíes en celebrar la llamada lapidación del diablo, ocurrió una estampida cerca de la Meca, ahí miles de peregrinos entre ellos 465 iraníes murieron. A partir de entonces, los países musulmanes, principalmente Irán, denunciaron la mala administración de los saudíes, además de eludir su responsabilidad ante la tragedia ocurrida.
En estas circunstancias, incluso cuando Riad vio la campaña que lanzó Teherán de señalar la incompetencia saudí en administrar las ciudades santas de la Meca y Medina, rompió sus lazos con Irán e impidió que los iraníes participaran en los rituales de este año. Hecho que motivó una gran escala de tensión entre Teherán y Riad.
Ante esta situación, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en su mensaje que emite cada con motivo de la peregrinación del Hach, llamó al mundo islámico a pensar profundamente sobre la gestión saudí de los dos lugares sagrados (Meca y Medina) y el Hach. Además, alertó que según los informes, este año han puesto bajo controles sin precedentes a los peregrinos, con el apoyo de las agencias de espionaje de Estados Unidos y del Régimen Sionista haciendo inseguro el Divino Santuario. También culpó a Al Saud de los dos trágicos incidentes que cobraron la vida de miles de personas durante la peregrinación del año pasado. Tanto en Masyid al-Haram, cuando una grúa aplasto a cientos de personas, como en Mina, donde ocurrió la mortal estampida.
En este contexto, el líder de Irán destacó que “los despiadados y criminales saudíes encerraron a los heridos con los muertos en contenedores y en vez de asistencia médica, auxilio o suministro de agua a sus resecas lenguas, los martirizaron. Pero las autoridades saudíes en lugar de disculparse, sentir remordimiento y realizar el procesamiento judicial de los culpables directos de ese horrible incidente, con la mayor desvergüenza e insolencia, incluso, se negaron a permitir la formación de una comisión de investigación internacional islámica”.
En este mismo sentido, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, afirmó que su país moviliza todo su esfuerzo para pedir justicia para las víctimas de la estampida mortal durante los rituales del Hach del año pasado. Además, denunció que los saudíes han formado un régimen cruel e ilógico debido a su insensatez y la riqueza incalculable. Agregó que no solo en el incidente de Mina, sino en todas las crisis que afectan gran parte de la región delicada de Oriente Medio, desde Baréin hasta Yemen, y de Irak a Siria y El Líbano e incluso dentro de la tierra santa de la revelación y en días santas como los de rituales del Hach, se ven manos sucios, sospechosos y nefastos que con toda fuerza buscan acabar con el destino de la Comunidad Islámica y la Unidad Islámica frente al peligro común del sionismo y el terrorismo internacional.
Las mencionadas y reiteradas palabras de las autoridades iraníes ponen de relieve su firme postura en encontrar una solución para evitar tales tragedias en lugares que pertenecen a todos los musulmanes ya que los incidentes ocurridos durante la peregrinación del Hach en 2015 no fueron nuevos y existe una larga lista de antecedentes.
-Julio de 1987: 400 muertos en una protesta.
-Julio de 1990: más de 1.400 muertos en una avalancha.
-Mayo de 1994: 270 muertos en una estampida.
-Abril de 1997: 343 muertos y más de 1000 heridos por un incendio
-Febrero de 2004: 251 personas muertas en una avalancha.
-Enero de 2006: 364 muertos en el ritual contra el diablo.
Todos estos motivos, junto a la politización del Hach por parte de los saudíes, generaron enormes críticas contra la monarquía e hicieron pensar a los países musulmanes en sacar estos lugares santos de su dominio y propiciar una gestión democrática de las zonas. Es de mencionar que ante esa incompetencia en la administración saudí, Turquía, en 2011, había presentado un plan que convertiría a la Meca y a Medina en una especie de Estado vaticano islámico. En base a ese plan, estas ciudades se administrarían de forma autónoma a través de un concejo que contaría con la participación de todos los países islámicos. Si bien los petrodólares saudíes consiguieron anular el plan, las circunstancias actuales vuelven a enfocar las opiniones hacia el establecimiento de una organización islámica que gestione Hiyaz democráticamente.
Con todo lo expuesto y en base a estos argumentos, peregrinos y gobiernos del mundo musulmán plantean que el Hach sea organizado mediante un comité, compuesto por países islámicos. Incluso que Arabia Saudí ya no tenga la custodia de los lugares más sagrados del Islam.
