El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le ha reprochado a Francia el que haya multado a dos mujeres musulmanas por llevar el nicab —velo negro que solo deja los ojos al descubierto—, y le ha exigido que compense a las penalizadas y cambie la ley.
“El Comité reconoce que los Estados pueden exigir a los individuos que muestren su rostro en circunstancias específicas, en el marco de controles de identidad, pero considera que la prohibición generalizada del nicab es una medida demasiado radical”, ha declarado el mencionado Comité en un comunicado.
Por su parte, el presidente del Comité, Yuval Shany, ha aseverado que “una prohibición generalizada de carácter penal no permite asegurar un equilibrio razonable entre el interés general y las libertades individuales”.
Además, el Comité alude en la nota al caso concreto de otras dos mujeres, que presentaron una denuncia en 2016 por haber sido condenadas en 2012 por ocultar sus rostros en lugares públicos.
El Comité reconoce que los Estados pueden exigir a los individuos que muestren su rostro en circunstancias específicas, en el marco de controles de identidad, pero considera que la prohibición generalizada del nicab es una medida demasiado radical”, ha declarado este martes el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado.
Pese a las críticas en contra, la Justicia francesa aprobó en 2011 una ley que impide este tipo de ocultación, así como el uso de prendas por el estilo, como es el caso del burka —velo que cubre toda la cabeza a excepción de una rejilla en los ojos—. De acuerdo con dicha normativa, las personas que opten por el uso de este tipo de prendas en lugares públicos pueden ser sancionadas a pagar multas que pueden llegar hasta los 150 euros.
Esta ley, emitida por un comité que vigila el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, perjudica de forma “desproporcionada” a las afectadas, pues vieron limitado y violado su “derecho a manifestar sus creencias religiosas”, afirma el comunicado.
Francia, que cuenta con unos cinco millones de musulmanes entre su población, se convirtió en el primer país europeo en prohibir el velo de cuerpo entero el 11 de abril de 2011. Se afirma que solo unas 2000 mujeres usan el velo en territorio francés.
Los musulmanes residentes en Europa se enfrentan con frecuencia a situaciones extremas por su modo de vida y sus hábitos.
Amnistía Internacional (AI) ha advertido en reiteradas ocasiones de la discriminación de la que es objeto la comunidad musulmana en los países europeos, en particular en el ámbito educativo y laboral, con restricciones para establecer lugares de culto, prohibiciones relativas a llevar el velo (hiyab) y despidos por llevar barba o símbolos islámicos.
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