Según ha publicado este miércoles la cadena pública NHK, el monarca de 82 años de edad habría dicho a sus allegados que es mejor que el puesto lo ocupe alguien que esté capacitado para ejercer sus funciones.
La ley japonesa no tiene ninguna vía legal para la abdicación, por lo que sería necesario modificarla para poder satisfacer esta decisión.
Según NHK, tanto el príncipe Naruhito, el hijo mayor del emperador, como la esposa del primero, la emperatriz Michiko, apoyan la decisión del monarca, que abdicaría próximamente.

Japón, que tiene una de las monarquías más viejas del mundo, no ha vivido ninguna abdicación desde hace 200 años.
El papel de Akihito, puramente simbólico, está definido en la Constitución que Estados Unidos impuso a Japón en 1947 tras la II Guerra Mundial.
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