El Parlamento griego está discutiendo este domingo por la noche una polémica reforma de pensiones exigida por los acreedores la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), al mismo tiempo que casi 15.000 personas están protestando en Atenas, así como en la segunda ciudad más grande de Grecia, Tesalónica.
Se trata del tercer día consecutivo que los sindicatos han convocado masivas marchas en contra de una polémica reforma que prevé aumentar las cotizaciones para la jubilación y subir impuestos. Los acreedores de Grecia exigen la implementación de las medidas de austeridad, como condición para conceder nuevas ayudas al país heleno, amenazado por una quiebra del Estado.
Estamos contra de estas medidas que subestiman nuestra inteligencia. Nosotros no somos marionetas, somos ciudadanos de un país democrático", denuncia Eleni Karayianni, una manifestante.
De acuerdo con los informes, en Atenas, donde es escenario de manifestaciones desde la mañana, las fuerzas de seguridad han sido obligadas a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a miles de manifestantes congregados frente al Parlamento en Atenas.
"Estamos contra de estas medidas que subestiman nuestra inteligencia. Nosotros no somos marionetas, somos ciudadanos de un país democrático", denuncia Eleni Karayianni, una manifestante.
Es de mencionar que los sindicatos del sector público y privado han convocado una huelga general de 48 horas, que duraría hasta el martes.

El Gobierno del premier Alexis Tsipras quiere que estas medidas se voten antes de la decisiva reunión, este lunes en Bruselas (capital belga), de los ministros de Finanzas de la zona euro que deben evaluar las reformas realizadas por Atenas.
Por su parte, Tsipras ha indicado ante el pleno de la Cámara: "Nos comprometimos a reformar el sistema de pensiones sin reducir las pensiones principales y lo conseguimos".
Asimismo, ha enfatizado que "el sistema necesitaba una reforma porque es complejo, socialmente injusto y clientelista. Y no corresponde al estado financiero del país". “El sistema de pensiones que aprobamos hoy tiene como objetivo llegar a un sistema sostenible que garantice las pensiones con justicia social", subraya.

En 2015, Grecia comenzó el proceso de pago de su deuda de 2000 millones de euros al FMI y otros 4200 millones al BCE, tras haber recibido un crédito de emergencia de 86.000 millones de euros concedido por la UE.
La ayuda europea es más conocida como el tercer rescate griego y todo a cambio de la aceptación de drásticas medidas de austeridad y mayores concesiones de Atenas, en particular, en lo relativo a la reforma del sistema de pensiones, lo que ha provocado el rechazo de miles de helenos.
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