“Las acciones terroristas y delitos cometidos dejaron como resultado 198 personas fallecidas, de las cuales 22 eran miembros de la Policía Nacional, 1240 personas lesionadas, de las cuales 401 son oficiales de la Policía Nacional quienes fueron heridos por armas de fuego”, se lee en un comunicado emitido el lunes por el Ministerio nicaragüense de Asuntos Exteriores.
La Cancillería asimismo cifró en 961 millones de dólares los daños económicos ocasionados en los actos violentos, calificados de un “intento de Golpe de Estado” por la Cartera nicaragüense.
El sector público, según detalla la nota, sufrió daños equivalentes a 205.6 millones de dólares, 231 millones de dólares en pérdidas en el sector turístico y 525 millones de dólares en el sector transporte.
Las infraestructuras del país tampoco quedaron inmunes del “vandalismo” de los “golpistas”. 252 edificios fueron dañados, 209 kilómetros de calles y carreteras fueron destruidas, 278 maquinarias pesadas fueron quemadas y 389 vehículos fueron destruidos, conforme a la Cancillería de este país centroamericano.
A todo eso, se suma la pérdida de 119 567 empleos y una reducción notable en el presupuesto general de la República.
Las acciones terroristas y delitos cometidos dejaron como resultado 198 personas fallecidas, de las cuales 22 eran miembros de la Policía Nacional, 1240 personas lesionadas, de las cuales 401 son oficiales de la Policía Nacional quienes fueron heridos por armas de fuego”, se lee en un comunicado del Ministerio nicaragüense de Asuntos Exteriores.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, según comunica el Ministerio, reafirma a la Comunidad Internacional que la nación fue sometida a “un intento de Golpe de Estado por grupos políticos disfrazados de Organizaciones No Gubernamentales, asociados al crimen organizado”.
Los integrantes de estos grupos políticos, “financiados desde el exterior”, protagonizaron secuestros, torturas, asesinatos y saqueos, además de incendiar y destruir las infraestructuras del país, según la nota.
El comunicado asimismo destaca que la Administración continuará trabajando por la reconstrucción del país, la paz, la seguridad y la reconciliación del pueblo de Nicaragua.
El Gobierno nicaragüense, presidido por Daniel Ortega, dice que las protestas en su contra tienen como objetivo provocar un golpe de Estado y acusa a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones y de alimentar a los golpistas.
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