Los agentes antidisturbios dispararon el jueves balas de fogueo contra miles de manifestantes que desafiaban el toque de queda en el estado de Assam, en el noreste de La India, para protestar contra una ley aprobada el pasado miércoles por el Parlamento que otorga la condición de ciudadano a los miembros de minorías no musulmanas de algunos países vecinos.
La ley permitirá a Nueva Delhi dar la nacionalidad a millones de migrantes indocumentados que entraron en La India, procedentes de Afganistán, Bangladés y Paquistán antes del 2015, pero solo en el caso de que no sean musulmanes.
Ante esta tesitura, este viernes, la parte nororiental de La India ha vuelto a vivir intensos enfrentamientos, en los cuales los manifestantes musulmanes han repudiado dicha legislación por discriminar sus derechos. Los altercados han dejado dos muertos en Assam. Medios reportan que las autoridades del aludido estado han ordenado la suspensión de los servicios de Internet.
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La oposición cree que el proyecto de ley es discriminatorio, ya que les impide a los musulmanes recibir la ciudadanía, a pesar de que en La India, los miembros de esa confesión religiosa representan más del 10 por ciento de la población total.
El miércoles, Kapil Sibal, un destacado parlamentario de la oposición, rechazó la nueva ley por ser divisiva y exclusiva, además de desestabilizar el país.
“(...) 20 millones de personas (musulmanas) no confiarán en nosotros, debilitando los cimientos de nuestra cultura, de nuestras creencias y nuestra ética”, dijo.
En 2017, el Gobierno de Nueva Delhi desplegó fuerzas en su frontera con Bangladés y usó gases lacrimógenos para impedir el acceso a su territorio de los musulmanes rohingyas.
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