• El presidente ruso, Vladimir Putin (dcha.) y le da mano al primer ministro japonés, Shinzo Abe, en Vladivostok, 10 de septiembre de 2018. Foto: AFP.
Publicada: viernes, 16 de noviembre de 2018 19:30
Actualizada: sábado, 17 de noviembre de 2018 19:02

El premier japonés ha prometido al presidente ruso que no dejará a EE.UU. crear bases militares en las disputadas islas Kuriles si Rusia las entrega a Japón.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha asegurado a Vladímir Putin que, si Rusia entrega las islas Habomai y Shikotan en virtud de la declaración soviético-japonesa de 1956, esas islas no estarán sujetas a la presencia militar de EE.UU., informó ayer jueves el diario japonés Asahi.

“Compartí por completo con el presidente la decidida intención de poner fin a este problema, que ha estado sin resolver durante más de 70 años desde el final de la guerra, sin remitirlo a la próxima generación”, indicó Abe a los reporteros después de una reunión con Putin mantenida el miércoles en Singapur.

De acuerdo con el periódico, que cita fuentes de la oficina de Abe, los dos líderes acordaron en el encuentro acelerar conversaciones para un tratado de paz basándose en una declaración de 1956 en la que se pide que Moscú devuelva dos islas disputadas a Japón.

El diario señala que esta declaración de Abe se produjo después de que el principal asesor de seguridad del primer ministro dijera que era posible establecer bases en las islas.

Compartí por completo con el presidente la decidida intención de poner fin a este problema, que ha estado sin resolver durante más de 70 años desde el final de la guerra, sin remitirlo a la próxima generación”, indicó el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en alusión a las islas Kuriles, cuya soberanía se disputan Japón y Rusia.

 

Un acuerdo sobre seguridad firmado entre Washington y Tokio establece que EE.UU. puede instalar sus bases militares en todo el territorio de Japón.

Sin embargo, Asahi cita a funcionarios de alto rango del Ministerio nipón de Asuntos Exteriores que afirman que Washington no puede instalar bases sin el consentimiento de Japón.

El hecho de que Abe haya reconocido la necesidad de resolver el problema partiendo de la declaración conjunta de 1956 ha sido una importante concesión por parte de Japón, que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ha estado insistiendo en la devolución de las cuatro islas Kuriles como condición para la firma del tratado de paz con Moscú.

La soberanía de las Kuriles, situadas en el océano Pacífico, ha sido un punto de disputa entre Rusia y Japón desde el final de la II Guerra Mundial (1939-1945). 

Tokio reivindica la soberanía de las islas y basa su demanda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855, mientras que Moscú alega que las islas fueron traspasadas a la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tras la II Guerra Mundial, por lo que dichos territorios pertenecen a la Federación Rusa como sucesora legal de la Unión Soviética.

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