“El Gobierno japonés deplora profundamente dicha decisión, pues socava claramente los esfuerzos de la comunidad internacional para hallar una solución de dos estados”.
“El Gobierno japonés deplora profundamente dicha decisión, pues socava claramente los esfuerzos de la comunidad internacional para hallar una solución de dos estados”, aseguró el portavoz nipón, Yasuhisa Kawamura.
Las actividades colonialistas, añade, violan los derechos internacionales y Japón ha pedido en reiteradas ocasiones a Tel Aviv que congele completamente la construcción de nuevos asentamientos en los territorios ocupados.
“El Gobierno de Japón exige al nuevo gobierno israelí que se abstenga de llevar a cabo cualquier acto unilateral que altere el actual statu quo y desista de construir nuevos asentamientos para el avance del proceso de la paz”, insistió Kawamura.
Tokio defiende desde hace tiempo la postura de los palestinos. En un comunicado revelado el pasado enero, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón informa de que la asistencia de su país a Palestina se cifra en 1,5 mil millones desde 1993.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, durante su visita a los territorios ocupados palestinos, asignó el pasado enero 100 millones de dólares a la reconstrucción de la Franja de Gaza.

Abe, durante su visita a Palestina, expresó su preocupación por el estancamiento de las negociaciones directas y pidió que ambas partes se abstengan de llevar a cabo medidas que aumenten las tensiones.
El régimen sionista aprobó el jueves la construcción de 900 nuevas viviendas en las colonias de Al-Quds, mientras que la comunidad internacional califica de ilegal la política expansionista del Régimen de Tel Aviv.
La organización israelí Paz Ahora anunció en abril que el régimen de Israel había aprobado la construcción de 77 unidades de viviendas en asentamientos ilegales en el este de Al-Quds (Jerusalén).
Esta noticia provocó la reacción de varios países y figuras destacadas.
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