Encontrar empleo en Guatemala tras ser deportado se ha convertido en uno de los mayores desafíos para quienes emigraron en busca de mejores oportunidades, debido a la falta de condiciones para sostenerse dignamente en un país con limitadas posibilidades de desarrollo. Según organizaciones promigrantes, las oportunidades para los retornados son escasas.
Las cifras oficiales evidencian esta realidad: de 283 personas certificadas para validar los conocimientos adquiridos en Estados Unidos, solo el 42 % logró colocarse en un empleo formal o iniciar un emprendimiento, según datos del Ministerio de Trabajo (Mintrab). Esta proporción resulta mínima si se considera que hasta el 28 de diciembre de 2025 habían sido deportados 48 000 guatemaltecos. La situación educativa para los menores deportados es igualmente precaria.
En Guatemala, la migración suele ser más una expulsión que una elección, debido a la imposibilidad de vivir dignamente. El país ofrece escasa protección a quienes expulsa cada año, pese a que estas personas sostienen buena parte de la economía nacional.
En 2025, Guatemala recibió más de 25 000 millones de dólares en remesas familiares desde Estados Unidos, un aumento del 19 % respecto a 2024.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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