Diferentes organizaciones se han hecho presentes en reiteradas oportunidades a las afueras del Congreso de la República como medida de presión hacia los diputados, para que acudan al organismo legislativo y participen en las sesiones plenarias de ese poder del Estado y se aprueben las leyes pendientes, entre ellas la que propuso el presidente del país, Bernardo Arévalo.
Hasta ahora ya se han cancelado varias sesiones plenarias por la inasistencia de bloques enteros al hemiciclo parlamentario, adicional a las cuatro semanas que llevan sin ponerse de acuerdo. Recién finalizó el periodo de sesiones ordinarias por lo que las interpelaciones a dos ministros y las leyes pendientes de aprobarse tendrán que esperar otros dos meses.
Otros diputados le reprochan al oficialismo la pasividad en el Congreso y la falta de tacto para negociar las iniciativas de ley que se presentan ante el pleno, incluyendo al organismo ejecutivo.
La inasistencia obedece en gran medida a que los legisladores no quieren lidiar con la presión ciudadana respecto a la aprobación de ciertas leyes, además de tener más tiempo para negociar con otros bloques legislativos y los poderes paralelos que son quienes deciden al final.
Los diputados deberán retomar el periodo de sesiones ordinarias del año la primera semana de agosto. Entre tanto las iniciativas de ley y las leyes por aprobarse se siguen acumulando generando una penosa mora legislativa.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
xsh/mkh