El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, con el aval de todos sus ministros firmó un acuerdo gubernativo que restringe varias garantías constitucionales, entre ellas, la libertad de manifestación, de reunión y de protesta en todas las formas.
Las medidas fueron impuestas luego que arreciaran en las calles las muestras de inconformidad contra su Gobierno. Según el mandatario es por evitar el avance de la enfermedad.
El propio vicepresidente de Guatemala, Guillermo Castillo, rechazó las medidas y exigió que en lugar de limitaciones de esa naturaleza se vacunara a los ciudadanos.
Las comunidades indígenas de 48 cantones en una ceremonia realizada en el palacio nacional junto al presidente y su Gabinete expresaron su rechazo y su anuencia a seguir en las calles.
Sociedad civil organizada, empresarios y diputados de oposición empiezan a unir sus voces para exigir la renuncia del presidente ante un rotundo fracaso para gestionar las vacunas y entregar cuentas del dinero que se autorizó para combatir la pandemia.
La ola de contagios y muertes por coronavirus se ha elevado a cifras sin precedentes y los hospitales no dan para más.
El gobierno de Guatemala no ha sido capaz de gestionar vacunas para sus habitantes. Hasta hoy únicamente se ha podido adquirir menos de medio millón de vacunas, el resto ha sido por donaciones y tan solo 200 000 personas han sido vacunadas en sus dos dosis.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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