Un humo espeso todavía envuelve Bursa este lunes, producto de los incendios forestales.
Las altas temperaturas, los vientos fuertes y la sequedad han intensificado los incendios, con Turquía y otras partes del este del Mediterráneo, experimentando olas de calor récord.
Al respecto, el saldo de víctimas mortales ha subido a 17 desde finales de junio, incluyendo a 10 voluntarios de rescate y trabajadores forestales que murieron el miércoles en un incendio en la ciudad noroccidental de Eskisehir.
Turquía luchó contra al menos 44 incendios diferentes el domingo, según indicó el ministro de Agricultura y Silvicultura, Ibrahim Yumakli. Identificó dos incendios en la provincia de Bursa, así como fuegos en Karabük, en el noroeste, y en Kahramanmaraş, en el sur, como los más graves.





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