El encarcelamiento del alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, una destacada figura de la oposición, ha desencadenado los disturbios callejeros más significativos en Turquía en años.
Cuatro días después de su arresto, en una redada al amanecer con la participación de cientos de policías, İmamoğlu fue destituido y trasladado a la prisión de Silivri, en las afueras de Estambul, el domingo.
Su encarcelamiento responde a una orden judicial que lo acusa de corrupción. Sin embargo, el tribunal decidió no formalizar su arresto en una investigación paralela por “terrorismo”. El Ministerio del Interior confirmó su suspensión como alcalde de la ciudad más grande de Turquía.
Los funcionarios del gobierno han negado que el proceso tenga motivaciones políticas y aseguran que los tribunales turcos operan de manera independiente.
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