Según el Kremlin, el desastre causó daños colosales en la infraestructura de la región. Tras el ciclón los residentes locales se quedaron sin luz, calefacción ni agua durante varios días.
La lluvia gélida, comenzó en la ciudad de Vladivostok la noche del 19 de noviembre, y por la mañana se produjo el corte de los servicios. Este fenómeno climático no ocurría hace 30 años.
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