“La mayoría de los miembros de la Comisión criticaron duramente las actividades de la AIEA y pidieron cesar o suspender la cooperación con la Agencia. Además, entre los puntos que los miembros de la Comisión planean incluir en la agenda de la próxima sesión parlamentaria, mencionaron un llamado a revisar la participación en el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear y retirarse del mismo”, declaró el domingo Ebrahim Rezai, portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Irán a la agencia local de noticias Tasnim.
El plan lo plantearon en una sesión extraordinaria de la citada comisión, en la que también participaron el vicepresidente de la Organización de Energía Atómica de Irán (OIEA) y el viceministro de Asuntos Exteriores.
Según hizo saber Rezai, los miembros de la Comisión enfatizaron la necesidad de una respuesta firme, disuasoria y proporcional ante la reciente agresión de Estados Unidos. La represalia y las medidas disuasorias fueron algunos de los ejes en los que coincidieron los miembros, detalló.
En otra parte de la sesión, prosiguió Rezai, se expresó agradecimiento y reconocimiento a los esfuerzos de las Fuerzas Armadas por castigar al régimen sionista por sus acciones terroristas, incluido el asesinato de científicos nucleares iraníes.
Se subrayó, de igual modo, que dichos científicos eran figuras científicas destacadas del país que fueron blanco de asesinatos cobardes.
Al final de la reunión, la conclusión fue que la República Islámica de Irán debe responder al ataque contra sus instalaciones vitales con firmeza y sin ambigüedad, tanto en el plano operativo como en el diplomático, resaltó.
Estados Unidos, por orden del presidente Donald Trump, atacó la madrugada del domingo las instalaciones nucleares de Irán en un acto agresivo e ilegal.
Este ataque es la continuación de las agresiones del régimen israelí contra la soberanía nacional y la integridad territorial de Irán, que comenzó en la madrugada del 13 de junio. La acción agresiva de la entidad sionista ha tenido como objetivo instalaciones nucleares y militares y zonas residenciales, lo que ha provocado el martirio de varios comandantes militares de alto rango, científicos nucleares y civiles.
La respuesta legítima de Irán a esta agresión continúa mediante la llamada operación “Verdadera Promesa III” contra los territorios ocupados.
Los funcionarios iraníes habían advertido previamente sobre la participación de terceros en el conflicto.
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