“Enriquecimiento de uranio es un derecho inalienable de todos los miembros del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear. Ningún país tiene autoridad a conceder este derecho a otro (Estado) para luego quitarlo”, ha indicado el representante permanente de Irán ante las organizaciones internacionales asentadas en Viena (Austria), Kazem Qaribabadi.
En una serie de mensajes publicados este miércoles en su cuenta de la red social Twitter, Qaribabadi ha subrayado asimismo que frenar el programa de enriquecimiento de uranio de Teherán es “un sueño inalcanzable” para las autoridades estadounidenses.
En esta misma línea, el diplomático persa ha hecho alusión a un discurso ofrecido en diciembre de 2013 por el expresidente estadounidense Barack Obama, quien admitió la incapacidad de Washington para detener el avance científico de Irán, en especial, en lo concerniente al enriquecimiento de uranio.
Enriquecimiento de uranio es un derecho inalienable de todos los miembros del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear. Ningún país tiene autoridad a conceder este derecho a otro (Estado) para luego quitarlo”, ha indicado el representante permanente de Irán ante las organizaciones internacionales asentadas en Viena (Austria), Kazem Qaribabadi.
“Se oyen muchos argumentos de que no podemos aceptar ningún enriquecimiento (de uranio) en el territorio iraní (…) Cualquiera puede imaginar un mundo ideal en el que Irán diga que destruiremos todas nuestras instalaciones nucleares que ustedes quieran. Hay muchas cosas que puedo imaginar, como un mundo en el que el Congreso (de EE.UU.) aprobara todos los proyectos de ley que presenté. Pero, (los iraníes) ya han pasado por el ciclo (nuclear) hasta el punto en que el conocimiento, no lo vamos a poder eliminar”, dijo en aquel entonces.
Las autoridades iraníes anunciaron el lunes que Teherán superó el nivel de 300 kilogramos de reservas de uranio, medida adoptada como respuesta a la salida unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA por sus siglas en inglés)— en mayo del año pasado.
Tras un año de la retirada de Washington del pacto nuclear de 2015 y ante la demora e inacción de las partes europeas del convenio para compensar la violación estadounidense del mismo, Teherán decidió en mayo pasado actuar de manera recíproca y suspender algunos de sus compromisos, conforme a los artículos 26 y 36 del convenio de Viena.
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El Gobierno iraní estableció además un plazo de 60 días para que sus socios europeos asumieran sus compromisos estipulados en el pacto nuclear. Pues en caso de que los europeos no cumplan en el plazo establecido, que expira el próximo 7 de julio, Irán volverá a enriquecer uranio por encima del nivel pactado —3,67 %— y comenzará a reconstruir el reactor de agua pesada de Arak.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, aseguró el martes que la República Islámica cumplirá con el pacto nuclear en la medida que Europa, pues Teherán “respetará la implementación total del JCPOA siempre y cuando el E3 (los tres países europeos firmantes del pacto) cumplan con sus obligaciones económicas”.
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