Se trata de Tom Hurd, de 55 años. Es un alto funcionario antiterrorista del Ministerio del Interior y ahora tiene la tarea de establecer el Centro Conjunto de Bioseguridad, según informó el martes el diario británico Financial Times.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el 10 de mayo la intención de poner en funcionamiento dicho centro y, según múltiples informes, su objetivo será evaluar la amenaza que representa el coronavirus y ayudar al Gobierno a planificar cómo levantar las restricciones, y para ello combinará evidencias de pruebas y epidemiología a nivel nacional.
Hurd, un experto en Oriente Medio, ha estado a cargo de la estrategia antiterrorista desde 2016. Anteriormente trabajó en Nueva York como parte del equipo del Reino Unido que trabaja en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Se cree que Hurd es el favorito para convertirse en el próximo jefe del Servicio Secreto de Inteligencia (MI6) después de que Sir Alex Younger deje el organismo.
El Instituto de Salud Pública del Reino Unido (PHE, por sus siglas en inglés) anunció en marzo que hasta el 80 % de la población británica contraería la COVID-19 en los próximos 12 meses, y hasta el 15 % (7,9 millones de personas) podría requerir hospitalización.
Según las últimas cifras disponibles, el nuevo coronavirus ha dejado en el Reino Unido más de 226 463 casos confirmados y 32 692 muertos: cifras que lo ubican en el segundo puesto de naciones con más fallecidos por el virus mortal.
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