Ha pedido por carta la extensión para el 30 de junio, pero desde Bruselas afirman que el contenido de la carta es vago y carece de un motivo justificado.
El motivo es que Reino Unido aún no tiene un plan para el Brexit que tenga a su vez apoyo parlamentario. A falta de una semana para salir de la UE, May ha iniciado conversaciones con el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, para buscar alternativas a su modelo del Brexit, rechazado tres veces por el Parlamento.
Dentro del seno conservador, varios miembros del partido no aceptan este retraso ni el diálogo con el líder de la oposición. Entre las bases, hasta un 90 % considera mala idea las negociaciones entre May y Corbyn.
May se encuentra entre la espada y la pared, bajo presión para conseguir un acuerdo que mantenga la unidad del Parlamento con respecto al Brexit pero que a la vez mantenga también la integridad de su propio partido.
Si fracasan las negociaciones con los laboristas, May acudirá al Parlamento para votar por modelos alternativos del Brexit. Si Bruselas no acepta la petición de May, Londres deberá elegir entre una extensión larga, con participación en las elecciones al Parlamento Europeo (PE), o salir el 12 de abril sin un acuerdo. El próximo miércoles Bruselas dará su veredicto.
Ian Díez, Londres.
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