Al comienzo de sus declaraciones, Nasralá ha puesto de relieve que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) quiere que las elecciones libanesas se celebren según lo programado.
“Recalcamos que las elecciones parlamentarias en El Líbano se celebrarán a tiempo”, ha manifestado Nasralá y ha recalcado que no hay indicios de que ningún partido en el país quiera posponer estos comicios.
En referencia a la crisis del combustible en su país, el dirigente de Hezbolá ha resaltado que hay varias ofertas desde Oriente y Occidente para resolver el problema de la electricidad en El Líbano, y ha insistido en que es un problema que debe resolverse.
“Debemos responder a la oferta hecha por el ministro de Asuntos Exteriores iraní para resolver el problema de la electricidad en El Líbano”, ha indicado, en alusión a las declaraciones del canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, quien ha planteado la disposición de Teherán de ayudar a El Líbano a paliar su actual crisis, si el Gobierno libanés lo solicita oficialmente.
El líder de Hezbolá ha exigido a las autoridades libanesas que anuncien en público “si hay algún veto estadounidense para no resolver el problema de la electricidad” y así, ha enfatizado, tomar las medidas adecuadas al respecto. En este contexto, Nasralá ha advertido que Estados Unidos es un “enemigo” que hace todo en contra de El Líbano.
Nasralá ha exigido que el tema de la electricidad sea prioritario en la agenda del Gobierno, mientras ha prometido que la segunda fase de entrega de combustible comenzará en noviembre.
Refiriéndose a la asistencia de Irán y Siria en el traslado de combustible a El Líbano, ha resaltado que el combustible iraní ha recibido tal acogida entre los libaneses, incluso más de lo esperado.
Ha resaltado igualmente que la importación del diésel también tiene prioridad es estos momentos. “Escuchamos que las empresas libanesas van a comprar diesel a Irán. Apoyamos este tema y les proporcionamos instalaciones para ello”, ha dicho.
Dirigiéndose a los políticos libaneses, Nasralá ha expresado de forma irónica que si ellos consideran a EE.UU. su aliado, entonces que soliciten a su amigo una exención a las sanciones de Irán para que El Líbano pueda lidiar su crisis.
Nasralá ha preguntado a las autoridades libanesas: ¿Qué más puede hacer Irán? cuando Teherán ha dado combustible y además ha declarado que está listo para construir dos plantas de energía o construir un metro.
En este sentido, ha acusado a Beirut de no hacer nada para enfrentar la crisis y ha expresado que existe la posibilidad de que ciertas autoridades deliberadamente no estén haciendo nada para que el sector eléctrico colapse y sea una excusa para justificar la opción de privatización.
Hezbolá solicitó la compra de cargamentos de combustible iraníes después del fracaso del Gobierno libanés para hacer frente a la agobiante escasez de combustible en el país.
El tercer petrolero que transporta combustible iraní ya ha llegado a Siria para ser transferido a El Líbano, mientras que Teherán ha expresado su disposición a vender su combustible directamente al Gobierno libanés.
El envío de combustible iraní a El Líbano se concreta, a pesar de las advertencias de EE.UU. y el régimen de Israel, lo que, según expertos, rompe con la hegemonía de Washington.
EEUU, detrás de atentado mortal en Afganistán
En otro momento de su alocución, el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, ha abordado los últimos acontecimientos en Afganistán, sobre todo la explosión en una mezquita chií en Kunduz, en el norte del país, acaecida el pasado viernes, que acabó con la vida de decenas de fieles musulmanes.
Tras apuntar a EE.UU. como la causa de inestabilidad en Afganistán, ha señalado la reciente explosión en Kunduz como evidencia.
Asimismo, ha manifestado que, a pesar de que la rama afgana del grupo terrorista Daesh perpetró el hecho de sangre, el principal responsable de este crimen es Estados Unidos, puesto que fueron los estadounidenses quienes trasladaron la banda terrorista Daesh desde Irak a Afganistán.
En este sentido, ha cuestionado el hecho de que Daesh, hasta el momento, no haya lanzado ninguna operación contra las tropas estadounidenses en suelo afgano, para evidenciar que esto es una señal de que Washington ha transferido a esta banda a Afganistán con el objetivo de desencadenar una guerra fratricida.
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