“El Presidente ha llegado a la conclusión realista de que no habrá un acuerdo de paz durante lo que le queda de mandato (hasta enero del 2017), y que probablemente ni siquiera habrá negociaciones directas”, dijo el jueves durante una conferencia Robert Malley, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para Oriente Medio de Estados Unidos.
El Presidente ha llegado a la conclusión realista de que no habrá un acuerdo de paz durante lo que le queda de mandato (hasta enero del 2017), y que probablemente ni siquiera habrá negociaciones directas", dijo Rob Malley, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para el Oriente Medio.
Malley añadió que esta es realmente la primera vez, desde el primer término de la Administración de Bill Clinton (1993-2001), en que un Gobierno de EE.UU. se enfrenta a la perspectiva de una agenda en la que está ausente la negociación de una “solución de dos Estados”.
En este contexto, el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca Benjamin Rhodes destacó que el presidente estadounidense espera que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, no escatime esfuerzos para “construir confianza” con los palestinos.
El propósito de la conferencia era informar a los periodistas de la próxima visita a la Casa Blanca de Netanyahu.
La reunión que Obama mantendrá este lunes con Netanyahu es la primera desde que EE.UU. llegó a esa conclusión, y se produce en medio de la creciente violencia de los soldados israelíes contra los palestinos, que hasta el momento ha dejado más de 76 palestinos muertos en la ocupada Cisjordania, la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y la Franja de Gaza.
Palestina y el régimen de Tel Aviv interrumpieron en septiembre de 2010 sus conversaciones directas por la negativa de los dirigentes israelíes a detener la construcción de asentamientos ilegales en Cisjordania y Al-Quds.
Después de tres años, exactamente el 29 de julio de 2013, dichos diálogos se retomaron en Washington con la mediación de EE. UU., sin que se haya llegado sin embargo a ningún acuerdo por falta de voluntad de la parte israelí, que continúa construyendo en los territorios ocupados palestinos.
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