Policía estadounidense y policía sionista. No es un secreto que miles de oficiales de policía estadounidenses han entrenado en Israel durante al menos dos décadas. El resultado es este: Las manifestaciones pacíficas por Palestina se convierten en arrestos, violencia y brutalidad. No importa si hay niñas y niños, mujeres o personas de la tercera edad.
Los activistas y ciudadanos intentan llegar hasta el Pentágono, centro neurálgico del imperialismo estadounidense- para declarar su repudio ante la complicidad de este estamento del complejo militar industrial con el ente terrorista israelí, pero la policía les corta el paso.
A pesar de los obstáculos y acoso de las autoridades, la multitud llega ante las oficinas de Boeing, corporación dedicada al diseño y fabricación -no solo de aviones comerciales- pero también de tecnología militar y artilugios de muerte empleados en las acciones terroristas del ente sionista.
Esto en adición a casi 15 mil millones de dólares en asistencia anuales. Y en adición, también, a los así llamados “presupuestos negros”.
Marcelo Ali Sánchez, Washington
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