El 25 de mayo de 2020, George Floyd era estrangulado a muerte por 9 minutos, 29 segundos por oficiales de policía en Minneapolis, EE.UU.
En los meses siguientes más de 28 millones de ciudadanos salieron a las calles protestando contra los abusos de poder de las agencias del orden.
Sin embargo, 3 años después nada ha cambiado; la Policía se militariza como para ir a la guerra en contra de los ciudadanos.
El diario The Washington Post afirma que la Policía estadounidense asesinó a 1078 personas solo en los últimos 12 meses.
Además, el mismo rotativo agrega que la policía estuvo involucrada en alrededor de 8500 tiroteos con saldo fatal, en el periodo comprendido entre 2015 y 2023. En la medida en la que los abusos se incrementan, también la polarización social fractura internamente a la comunidad afrodescendiente.
Los movimientos sociales son obstaculizados o infiltrados por agencias federales a través de mecanismos como COINTELPRO y otros.
En la expresión más brutal del fenómeno, agencias federales irrumpieron armadas hasta los dientes en la casa y oficinas del movimiento Uhuru y su líder.
Este grupo se dedica a realizar programas sociales y desayuno escolar gratuito. Sin embargo, es una amenaza para las fuerzas del orden y el statu quo.
Marcelo Sánchez, Washington
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