Las acciones sociales intentan enviarle un mensaje desesperado a la Administración Biden, a pesar de sus numerosas promesas sin cumplir en términos migratorios.
Algunas de estas personas viven a “Tiempo Prestado”. A pesar de que muchos de ellos llevan décadas en el país y tienen familia estadounidense, el gobierno pretende arrebatarles la posibilidad de trabajar y mantener a sus familias.
Estos activistas por el Estatus Temporal de Protección o TPS para El Salvador, Honduras y otros países de Centroamérica se congregan ante la Casa Blanca en una de miles de vigilas realizadas a lo largo de los años.
Este 31 de diciembre expiran los permisos de trabajo de más de medio millón de beneficiarios del TPS.
A básicamente, semanas del límite y con elecciones primarias entre bambalinas, las falsas promesas Demócratas resuenan como la desesperación de las comunidades afectadas de El Salvador, Honduras, Nicaragua y otros.
A medida que se acerca el fin del plazo para el Estatus de Protección Temporal miles de familias se encuentran en un limbo migratorio. Sus hijos, que son ciudadanos estadounidenses reconocen que sus derechos constitucionales están siendo violados al ser aterrorizados con la sola idea de perder a sus familias y el suporte de esta columna familiar que se denomina la comunidad hispana en Estados Unidos.
Y para los que se quedan, si es que tienen suerte de no ser brutalizados y deportados, todavía resta la calidad de ciudadanía que se ofrece. Una calidad inversa, basada en el racismo y la discriminación.
Marcelo Sánchez, Washington.
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