Según un informe publicado este sábado por la revista estadounidense Time, Mineápolis (estado de Minesota, norte de EE.UU.) ha tenido problemas para reconstruir su Departamento de Policía después de que cientos de sus agentes renunciaron en los dos años por el asesinato del afrodescendiente George Floyd a manos de un policía blanco de la ciudad.
El reporte de la oficina de reclutamiento del Departamento de Policía de esta ciudad estadounidense indica que, tras el asesinato de George Floyd, solo una pequeña población de jóvenes de la región muestra interés en incorporarse a la policía.
Floyd, de 46 años, fue asesinado el 25 de mayo de 2020 por el agente del Departamento de Policía de Minnesota, Derek Chauvin, quien fue filmado presionando su rodilla en el cuello de Floyd durante casi nueve minutos, mientras el detenido, que estaba esposado, se le quejaba de que no podía respirar.
El asesinato de Floyd generó el “mayor movimiento de protesta en la historia del país” para llamar a las autoridades a promulgar leyes que pongan fin al racismo endémico y violencia policial contra las minorías étnicas.
La brutalidad de la Policía de EE.UU., que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles. Los detractores señalan que los cimientos del racismo son inherentes al sistema político del país.
Las semillas del racismo están bastante arraigadas en la sociedad norteamericana. Incluso las encuestas indican que la mayoría de los estadounidenses cree que la comunidad negra es tratada de manera diferente o injusta, y que el racismo sí está enquistado en el sistema de justicia de Estados Unidos.
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