El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció el lunes la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, ambas en la región de Donbás (este de Ucrania) y ordenó al Ejército ruso que se encargue de garantizar la paz en estas localidades.
Horas después, el secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, afirmó que su país trasladará temporalmente a Polonia al personal del Departamento de Estado, así como los diplomáticos de su embajada “por razones de seguridad”.
Blinken dijo que el personal diplomático estadounidense regresará regularmente para continuar su trabajo diplomático en Ucrania y brindar servicios consulares de emergencia.
Además, señaló que Washington continuará apoyando al pueblo y al Gobierno de Ucrania a través de esfuerzos diplomáticos. “El compromiso de Estados Unidos con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania frente a la agresión de Rusia es inquebrantable”, agregó.
El funcionario estadounidense también recomendó a los ciudadanos estadounidenses de que abandonen Ucrania “de inmediato”, alertándoles que la situación de seguridad en el país europeo sigue siendo “impredecible” en todo el país y “puede deteriorarse sin previo aviso”.
Con fecha anterior, EE.UU. ya había cerrado su embajada en Kiev (capital ucraniano) y trasladado al personal diplomático a la ciudad de Leviv, cerca de la frontera con Polonia.
Pugna Rusia-Ucrania: ¿Cómo inició todo?
Las tensiones entre Ucrania y los países occidentales con Rusia han existido desde 2014 y recientemente se explotó, luego de que el Occidente acusara a Moscú de planes para invadir Ucrania. Acusaciones que el Kremlin considera como una guerra mediática.
El Occidente ha ofrecido diferentes fechas para un posible ataque de Rusia a su vecino en el este, mientras Moscú ha rechazado reiteradamente todos alegatos al respecto. Rusia dice que lo ocurrido en Donbás se debe principalmente a que Kiev cerró las puertas de diálogo frente a los independentistas en la región prorrusa.
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