“Hay un reconocimiento creciente en los últimos años de que tenemos nuevos desafíos. Tenemos a Rusia, que se comporta de modo diferente de lo que esperábamos, y tenemos a China”, ha dicho Biden este lunes durante su primera reunión como mandatario de EE.UU. con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, antes de una cumbre del organismo.
Biden garantiza seguridad a la OTAN
Durante el encuentro, celebrado en la sede de la OTAN en Bruselas, capital belga, Biden ha llamado a una “mayor coordinación” entre los países de la Alianza Atlántica, calificando el organismo “de importancia capital para nuestros intereses y en sí misma”. “Solo quiero que toda Europa sepa que EE.UU. está allí”, ha dicho.
EE.UU. apoya firmemente a los países bálticos
Posteriormente, Biden se ha reunido con sus homólogos de Lituania, Gitanas Nausedas, y de Letonia, Egils Levits, así como el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas.
En esta misma cita, los participantes han abordado “los desafíos que suponen Rusia y China”, abogando por reforzar su colaboración en campos como el político, el militar y el económico, así como el “trabajo dentro de la OTAN”, según precisa un comunicado de la Casa Blanca.
Efectivamente, la región del mar báltico es escenario de tensión entre la Alianza Atlántica, liderada por EE.UU., y Rusia. Ellos siguen sin poder superar las tensiones que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia mediante un referéndum celebrado en 2014. De hecho, Washington y sus aliados en la OTAN han aumentado su presencia militar en Europa del Este, sobre todo, en los países bálticos y Polonia, recurriendo al pretexto de la amenaza rusa.
China, nuevo tema de preocupación para la OTAN
En una entrevista concedida el domingo a la cadena canadiense CBC, Stoltenberg enfatizó la necesidad de que los aliados de la OTAN fortalezcan alianza ante China, que “no comparte nuestros valores”, agregó.
La Alianza Atlántica califica a China como un riesgo para su seguridad por primera vez en la cumbre de líderes, después de que el Grupo de los Siete (G7) —Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos— adoptara el sábado una postura unificada para contrarrestar a China.
Durante mucho tiempo, los aliados de la OTAN han determinado su objetivo principal disuadir a Rusia, pero los desarrollos en los últimos años, como las inversiones chinas en puertos europeos y los ejercicios militares con Rusia, han provocado inquietud del Occidente por el desarrollo del gigante asiático.
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