El afroamericano Ronald Greene murió en mayo 2019 tras una persecución policial en Luisiana, sureste de Estados Unidos. Las autoridades habían declarado inicialmente que el capturado murió por impacto tras chocar con un árbol durante la persecución. Después, la Policía declaró que Greene forcejeó con los agentes y murió en el camino hacia el hospital.
Dos años después del incidente, la agencia estadounidense de noticias Associated Press ha tenido acceso al vídeo grabado por la cámara corporal de uno de los agentes involucrados en el arresto de Greene, el cual muestra los últimos momentos de la vida del capturado y revela que los policías utilizaron armas aturdidoras mientras le daban puñetazos durante el arresto.
El vídeo de 46 minutos muestra a un policía tirando a Greene al suelo, apretándolo y dándole un puñetazo en la cara, mientras que se puede escuchar a otro llamándole con palabras insultantes.
“¡Soy tu hermano, tengo miedo! ¡Tengo miedo!”, dice Ronald Greene mientras los policías usan repetidamente un arma de electrochoques contra el afroamericano antes de que siquiera pueda salir del auto en un camino rural oscuro.
La madre del capturado, Mona Hardin, en una entrevista concedida el miércoles a la misma agencia de noticias consideró esta brutalidad policial como un asesinato. “Lo asesinaron. Fue preparado, planeado. No tenía oportunidad. Ronnie estaba perdido. No iba a sobrevivir”, aseveró.
Según el abogado de la familia Greene, Lee Merritt, el vídeo tiene algunas de las mismas características del vídeo de George Floyd, como “la duración y la brutalidad”.
Diversas organizaciones pro derechos civiles afirman que brutalidad de la Policía de EE.UU., que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, expone las grietas que existen dentro de un sistema inherentemente racista y aseguran que el aumento de la violencia racial en el país norteamericano en los últimos años se debe a las políticas segregacionistas del expresidente Donald Trump.
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