En un comunicado emitido este lunes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU. ha informado de la inclusión del Ministerio de Petróleo de Irán, la Compañía Nacional Iraní de Petróleo (NIOC, por sus siglas en inglés) y la Compañía Nacional de Petroleros de Irán (NITC, por sus siglas en inglés) en su lista de sanciones, por, según alega, su apoyo financiero a la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) del país persa.
La nueva medida restrictiva del Tesoro estadounidense está dirigida también a varios individuos, incluido el ministro de Petróleo de Irán, Biyan Namdar Zangane.
Entre los sancionados también se encuentran cuatro individuos acusados de haber participado en la venta de gasolina de Irán al Gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro, una transacción que Washington intentó en gran medida de bloquear, pero sin éxito.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, ha reiterado los infundios de siempre para justificar la nueva tanda de sanciones de Washington contra Teherán. De hecho, ha acusado a la República Islámica de lo que llama “usar el sector petrolero para financiar actividades desestabilizadoras” y “apoyar a entidades terroristas”.
En un mensaje de Twitter al respecto, el ministro de Petróleo iraní ha dicho que las nuevas sanciones de Estados Unidos son “la reacción pasiva al fracaso de la política de Washington de reducir a cero las exportaciones del crudo” de Irán; un objetivo que el país norteamericano tiene en la mira desde su salida en mayo de 2018 del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Zangane ha asegurado que “no tiene activos fuera de Irán que estén sujetos a las sanciones”, y ha dicho que EE.UU. nunca podría paralizar la industria petrolera de Irán.
El anuncio de estas sanciones se produce pocos días después de que la Administración estadounidense, recurriendo a inventadas acusaciones sobre injerencias en su proceso electoral, impusiera medidas coercitivas a cinco entidades iraníes.
Las autoridades iraníes denuncian el “terrorismo económico” ejercido por la Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, contra el país persa, y piden a la comunidad internacional que rechace el unilateralismo ejercido por Washington.
En fechas recientes, Teherán ha alzado la voz de alerta contra dichas presiones de EE.UU., dados sus efectos destructores en plena pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Desde la Casa Blanca, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Robert O’Brien, reconoció el domingo que Washington tiene cada vez menos oportunidades de imponer sanciones a Irán, dado que ya hay muchas, las cuales no han alcanzado sus objetivos, conforme aseguran las autoridades iraníes.
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