Mediante un mensaje publicado el viernes en su cuenta de Twitter, Muriel Bowser anunció el nuevo nombre de la calle frente a la Casa Blanca,“Black Lives Matter Plaza” (La vida de los negros importa), e hizo pintar la frase en enormes letras amarillas en la calzada, como muestra de apoyo a las movilizaciones contra el racismo y en urgente necesidad de hacer frente a la gestión del presidente estadounidense, Donald Trump, ante las protestas antirracistas en el país.
“Queremos llamar hoy la atención para asegurarnos de que nuestra nación es más igualitaria y justa y de que las vidas negras y la humanidad negra importan en nuestra nación”, expresó la alcaldesa durante el cambio de denominación de este tramo.
La muerte de Floyd ha desatado manifestaciones en todo EE.UU. en denuncia de la violencia policial contra las minorías, especialmente los afroamericanos. También, varios países y organizaciones internacionales han exigido a Washington intervenir para cesar el sinfín de asesinatos de afrodescendientes a manos de la Policía.
No obstante, la postura racista del propio Trump ha caldeado los ánimos. En respuesta a las acciones de protesta, el presidente norteamericano anunció el despliegue de miles de soldados armados y efectivos militares para detener las movilizaciones y prometió usar al Ejército, si no se frenaban las manifestaciones, hasta amenazó con soltar perros salvajes contra los descontentos.
George Floyd murió el 25 de mayo luego de que un policía blanco lo inmovilizara contra el suelo clavándole una rodilla en el cuello por varios minutos, hecho que quedó registrado en un vídeo grabado por un transeúnte.
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