El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y otros funcionarios de la Administración del presidente Donald Trump participaron el martes en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, donde se pararon frente a un gráfico impreso que presentaba las mejores prácticas para evitar contraer el coronavirus.
Entre las sugerencias estaban “considerar ajustar o posponer grandes reuniones” y “detener el apretón de manos: usar otros métodos de saludo sin contacto”.
Sin embargo, Pence indicó que la campaña del aspirante republicano a las elecciones de Trump no había descartado futuros mítines electorales y señaló también que él y Trump continuarían dando la mano; esto pese a que los funcionarios de la salud pública advierten sobre los riesgos de reuniones y saludos por el brote de coronavirus.
“Como ha dicho el presidente, en nuestra línea de trabajo, se dan la mano cuando alguien quiere estrecharle la mano, y espero que el presidente continúe haciéndolo, continuaré haciéndolo”, afirmó Pence en respuesta a una pregunta al respecto.
El vicepresidente desatiende los consejos para prevenir la propagación del coronavirus, sin embargo, recomendó a los estadounidenses “lavarse las manos con frecuencia con agua caliente y jabón durante 20 segundos” para evitar el contagio del desconocido virus.
La semana pasada, Trump dijo que continuaría dando la mano y, de hecho, ha saludado de esta forma en los últimos días a varios funcionarios, incluido uno que entró en cuarentena autoimpuesta después de mantener contacto con un individuo infectado.
Trump, en campaña para su reelección, hasta ahora no ha anunciado cambios en su agenda mientras que sus rivales demócratas, el senador Bernie Sanders y el ex vicepresidente Joe Biden, cancelaron los mítines que tenían previsto celebrar en Cleveland (Ohio) por el coronavirus.
Esta conducta ha recibido críticas en EE.UU. Según la cadena local CNN, varios asesores de Trump cuestionan si se está tomando la epidemia lo suficientemente en serio. Dos asesores adelantan que el estilo político divisivo del inquilino de la Casa Blanca puede no ser el más adecuado para manejar la crisis.
El presidente republicano minimiza la amenaza de la epidemia mientras que el coronavirus se ha cobrado la vida de 30 personas en Estados Unidos y los casos de contagio ya supera la barrera de los 1000 hasta la fecha.
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