La quema de la bandera estadounidense desató un violento enfrentamiento entre los opositores y los seguidores de Trump, y como consecuencia dos personas fueron detenidas por haber incendiado, presuntamente, la bandera norteamericana, informó el jueves el diario estatal USA Today.
Cuando se quemaba la bandera, los indignados cantaban lemas como “EE.UU. nunca fue grande”, en alusión al eslogan elegido por el mandatario norteamericano para la campaña electoral de 2016: “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez”.
Durante los choques, que tuvieron lugar durante la celebración con motivo del 243.º aniversario del Día de la Independencia, dos funcionarios del Servicio Secreto de EE.UU. también resultaron levemente heridos y fueron trasladados a un hospital local para el tratamiento.
Los manifestantes, además, criticaron a Trump por dotar a EE.UU. de una fiesta nacional al estilo de los países europeos con un desfile militar y le acusaron de politizar la ceremonia del 4 de julio en beneficio de su campaña de reelección en 2020. De igual manera, denunciaron los altos costos de esta celebración desmedida.
El diario estadounidense The Washington Post reveló que una agencia gubernamental norteamericana ha desviado unos 2,5 millones de dólares de lo que recibe por tarifas de entrada y recreación destinadas principalmente a mejorar las zonas verdes en todo el país, para efectuar preparativos del polémico desfile militar que propuso Trump para el 4 de julio de este año.
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Esta ceremonia corresponde a la primera participación en décadas de un presidente estadounidense en un evento tradicionalmente apolítico y la primera vez que se realiza un desfile militar en Washington D.C., la capital del país, desde 1991, cuando se conmemoró el fin de la llamada Operación Tormenta del Desierto.
El acto se celebró mientras las voces que piden un impeachment contra el presidente estadounidense van in crescendo. Una encuesta realizada en conjunto por la agencia de noticias británica Reuters y la consultora Ipsos, cuyos resultados se publicaron el mayo pasado, puso de relieve que el número de estadounidenses favorables a iniciar un proceso de juicio político (Impeachment) al presidente Trump, ha ascendido al 45 por ciento.
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