La lucha contra los inmigrantes indocumentados, caballo de batalla del presidente estadounidense desde su llegada al poder, provocó el tercer cierre del Gobierno de Donald Trump en este año.
El republicano exige un fondo de más de 5000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México. Los demócratas los rechazan unánimemente. Este sábado, los últimos debates en el Congreso no resolvieron las diferencias, mientras el Gobierno ya había cerrado parcialmente a la medianoche de este viernes.
Esa mala noticia para los estadounidenses significa que la parálisis parcial podría continuar hasta después de Navidad. Será la primera vez en 40 años que hay tres cierres en un año. Los demócratas acusan a los republicanos de empujar a Estados Unidos a un destructivo “Trump Shutdown”.
La situación tiene a Trump contra la pared. En enero, los demócratas serán nuevamente mayoría en la Cámara Baja, después de la victoria electoral de noviembre. Por lo tanto, la cuenta atrás para el magnate ya ha comenzado, aunque él no da el brazo a torcer.
Independientemente de quién gane la disputa política, las consecuencias del cierre del Gobierno serán de largo alcance.
Algunas administraciones federales ya no están financiadas y reducirán sus actividades en los próximos días. Alrededor de 800 000 funcionarios públicos fueron puestos en licencia sin sueldo o, para servicios considerados esenciales, obligados a trabajar sin recibir paga.
smd/mkh
