“Contratar a miles de jueces y pasar por un largo y complicado proceso legal no es la forma de resolver esto. Siempre será disfuncional”, ha escrito Trump este lunes en su cuenta de Twitter, presentando así la idea de privar a los migrantes sin papeles de su derecho a pedir asilo ante un juez o magistrado una vez que crucen la frontera.
El mandatario recalca que los indocumentados “deben ser detenidos en la frontera y se les debe decir que no pueden ingresar ilegalmente a Estados Unidos” e insiste en que “a los niños se les debe enviar devuelta a su país”.
De esta manera, el inquilino de la Casa Blanca remacha su apoyo a su postura de “cero tolerancia” con la inmigración, mientras disminuyen las expectativas de que el Congreso pueda dar una respuesta rápida a la crisis.
El pasado domingo, Trump, en otra ofensa más a los inmigrantes que entran de forma irregular al país norteño, los calificó de “invasores” y consideró que el sistema de inmigración es una “burla”.
Contratar a miles de jueces y pasar por un largo y complicado proceso legal no es la forma de resolver esto. Siempre será disfuncional”, ha dicho el presidente estadounidense Donald Trump acerca de los inmigrantes indocumentados.
Frente a las políticas migratorias de Trump, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) uno de los principales grupos del país norteamericano de defensa de los derechos civiles, emitió un comunicado en el que pone de relieve la ilegalidad de la propuesta de Trump y pide a los miembros del Congreso que expresen su rechazo.
“Lo que el presidente Trump ha sugerido es tanto ilegal como inconstitucional. Cualquiera que haya jurado defender la Constitución y las leyes debe rechazarlo inequívocamente”, dijo al respecto el director del proyecto de ACLU, Omar Jadwat.
En los recientes meses, la Administración de Trump había empezado a separar a los niños de sus familiares que llegaban sin papeles a EE.UU. por la frontera de México, pero tuvo que dar marcha atrás debido a la ola de críticas, incluso de miembros de su propio Partido Republicano, tras impactantes vídeos de niños llorando y de sus padres desconsolados por la aplicación de la controvertida medida migratoria.
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