Contra todo pronóstico y de manera inesperada, Donald Trump comenzó su campaña de reelección del 2020, realizando un evento de recaudación de fondos en el cual cada persona pagó treinta y cinco mil dólares para cenar con el presidente.
El evento tuvo lugar en el Hotel Trump en Washington, la capital estadounidense, y las protestas no se dejaron esperar.
En momentos en que su nivel de aprobación apenas alcanza el 34 % parece hasta irónico lanzar una campaña de reelección a largo plazo, por lo menos así lo cree el activismo.
Causa controversia el hecho de que esté utilizando su investidura para promover el hotel que administra su familia a través de un evento al que la prensa no tuvo acceso.
Hay muchas razones para que los estadounidenses estén molestos con la Administración Trump. Sus acciones han afectado a todos los sectores del país y la amenaza continúa.
Lo que indigna al activismo es que el presidente Trump y sus adeptos, piensen en la reelección, cuando apenas se han cumplido cinco meses de su administración y ya ha cometido una cantidad de desaciertos y causados problemas que aquejan al país.
Alfredo Miranda, Washington
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