Un influyente círculo de altos asesores colocados por la Casa Blanca en las agencias del Gabinete de Trump (la mayoría aún no tiene completado su equipo) se encarga de vigilar la lealtad de los secretarios, según confirman ocho funcionarios dentro y fuera de la Administración en declaraciones publicadas el domingo por el diario local The Washington Post.
Este “gobierno en la sombra” de funcionarios designados con el título de "asesor de la Casa Blanca" está embebido en todas las agencias del Gabinete, con oficinas en o justo fuera de la suite de la secretaria.
Al menos 16 asesores se encuentran en departamentos como el de Energía y Salud y Servicios Humanos y en algunas agencias pequeñas como la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, en inglés), según muestran unos registros obtenidos por la organización periodística ProPublica a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información.
En momentos en que las tensiones entre la Casa Blanca y miembros del Gabinete ya han sido observadas por el público, estos asesores actúan como intermediarios en asuntos de política entre las agencias y la Casa Blanca.
No obstante, entre bastidores, tienen otra misión; la de monitorear a los jefes del gabinete y a sus altos funcionarios para asegurarse de que cumplen con la agenda del presidente y no se alejan demasiado de los objetivos de la Casa Blanca, según aseguran varios funcionarios con conocimiento de esta estrategia.
El diario señala que este mecanismo es inusual, ya que no hay constancia de que los anteriores presidentes Barack Obama, George W. Bush o Bill Clinton hayan empleado una táctica similar.
De hecho algunos críticos han alertado de que el poder de los asesores puede acentuarse por la falta de equipos completos de liderazgo en muchos departamentos, por lo que los conflictos por la cadena de comando eventualmente generarán desconfianza, caos e ineficiencia, sobre todo cuando los nuevos jefes de departamento completen su personal.
Algunos funcionarios que describen esta estrategia comentan que medir la lealtad de los líderes de Gabinete es muy importante ya que Trump no tiene relaciones duraderas o lazos personales estrechos con la mayoría de ellos.
La Casa Blanca se negó a comentar sobre las personas nombradas en el expediente, apelando a la confidencialidad de las cuestiones de personal y las operaciones internas, detalla el rotativo.
snr/rha/hnb
