En esta nueva muestra de hostilidad contra la comunidad musulmana, el grupo racista estadounidense Paren la Islamización de América (SIOA, por sus siglas en inglés) organizó un concurso para caricaturizar al profeta del Islam (P) y ofreció un premio de 10 000 dólares, pese a que, como es sabido, los musulmanes condenan cualquier representación de sus santidades, considerándola una blasfemia.
La fundadora judía del mencionado grupo racista, Pamela Geller, es conocida por sus exabruptos y muestras de odio contra los musulmanes y en reiteradas ocasiones ha expresado abiertamente su inquina contra los creyentes del Islam y todos los que apoyan a esta religión.

Otro de los fundadores de SIOA es Robert Spencer, aun más extremista y racista que Geller y gran admirador del régimen israelí y de sus políticas hostiles hacia los palestinos.
Cabe destacar que las declaraciones racistas e islamófobas de Geller y Spencer han recibido incluso las críticas del Reino Único que, de hecho, les ha prohibido la entrada por extremistas a territorio británico bajo cualquier circunstancia.
Sin embargo, este ya de por sí desgraciado y blasfemo evento se ha cancelado porque dos hombres armados atacaron a los guardias de seguridad que se encontraban en los alrededores de Culwell Centre Curtis, lugar del concurso. Los atacantes fueron abatidos a tiros por la Policía.

En un principio los medios occidentales trataron de atribuir el ataque a los musulmanes, hecho que fue descartado dado que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) reivindicó la autoría de este atentado mortal. Un grupo extremista que, de facto, se creó con el apoyo de EE.UU. y de alguno de sus aliados del Oriente Medio con el objetivo de materializar sus intereses en la región. El caos del que es causante y la consecuente desestabilización de la zona han permitido a EE.UU. desplegar de nuevo sus fuerzas en el Oriente Medio.
Durante el ataque del grupo terrorista Al-Qaeda a la revista satírica francesa Charlie Hebdo, revista que publicaba caricaturas blasfemas de Hazrat Mohamad (P), los países occidentales también intentaron culpar a los musulmanes de la masacre, sin embargo, musulmanes de todo el mundo organizaron protestas repudiando tanto el ataque como el sacrilegio de Charlie Hebdo.
El Occidente, que se autoproclama gran defensor de la libertad de expresión, permite todo tipo de insultos y sacrilegios contra los musulmanes, pero prohíbe cualquier investigación sobre el Holocausto e incluso ha condenado a cárcel y metido en prisión a quienes se han atrevido a poner en duda el supuesto genocidio contra los judíos.
hgn/nii/