En su último informe trimestral, titulado “Perspectivas de la economía mundial”, el FMI afirmó que la economía de Irán creció un 5,4 % en 2023, a pesar de que ya había pronosticado un crecimiento del 3 % para la economía del país persa en ese año.
El FMI también vaticinó un crecimiento económico del 3,7 % para Irán en 2024, mientras que su proyección anterior de octubre de 2023 había situado la cifra en el 2,5 por ciento.
El organismo mundial atribuyó el aumento de la tasa de crecimiento de Irán a un aumento en la producción de petróleo del país, que según dijo, ha superado los 2,7 millones de barriles por día en lo que va de 2024.
Las cifras del FMI confirman informes de las agencias gubernamentales iraníes que sugieren que el país está en camino de controlar la inflación y restaurar el crecimiento económico a niveles vistos antes de 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear con Irán y volvió a imponer sanciones a su contra.
Las sanciones inicialmente afectaron los ingresos petroleros de Irán y provocaron períodos de crecimiento económico negativo en el país. Sin embargo, Irán comenzó a recuperar las pérdidas en la segunda mitad de 2022 después de implementar una serie de programas de reforma económica para compensar el impacto de las sanciones.
Los expertos creen que las sanciones de Estados Unidos a Irán dieron al país la oportunidad de diversificar su economía, alejándose de los ingresos del petróleo y dependiendo más de los recursos internos.
En diferentes ocasiones, el Líder de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha sostenido que la solución a los desafíos internos y externos, incluidas las sanciones de Estados Unidos, está en las políticas de la Economía de Resistencia, que se fundamenta en la producción nacional.
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