El buque tanque Richmond Voyager, con bandera de Bahamas, chocó con un barco iraní que transportaba a siete tripulantes, según ha anunciado el Centro de Búsqueda y Rescate Marítimo de la provincia meridional iraní de Hormozgan en un comunicado.
La fuerte colisión, agrega la nota, hirió a cinco tripulantes de la embarcación iraní y provocó inundaciones a bordo de ésta. El petrolero no se detuvo después del incidente y se retiró de la escena en clara violación de las normas internacionales marítimas, agrega el texto.
El propietario del barco iraní luego solicitó que se incautara el petrolero infractor, según ha informado la agencia oficial local de noticias IRNA, y luego, la Armada del Ejército iraní recibió una orden judicial para confiscar Richmond Voyager.
El informe detalla que la Armada iraní localizó el buque tanque el miércoles, pero éste cambió de rumbo entrando en aguas territoriales de Omán ignorando las advertencias de una flotilla iraní.
Las autoridades iraníes informaron de lo ocurrido al país hermano y amigo de Omán y continúan los procedimientos para incautar el petrolero infractor.
La Marina de Estados Unidos afirmó en un comunicado que envió el destructor de misiles guiados USS McFaul para responder a una llamada de socorro del Richmond Voyager frente a la costa de Omán en aguas internacionales. Dijo que las autoridades iraníes habían pedido al petrolero que se detuviera y “habían disparado”, pero el buque de la Armada iraní partió cuando llegó McFaul.
La Marina estadounidense acusó, en el comunicado, a la Armada iraní de intentar “apoderarse”, sin éxito, de dos petroleros, el TRF Moss con bandera de las Islas Marshall y horas después el Richmond Voyager en el estrecho de Ormuz, lo que rechazó Irán categóricamente.
“Irán no intentó apoderarse de petroleros en el Golfo Pérsico el miércoles” subrayó una fuente de la Defensa iraní a los medios locales, sin proporcionar más detalles.
Irán ha incautado en varias ocasiones, buques infractores para asegurar el estrecho de Ormuz. En abril, las fuerzas iraníes incautaron dos petroleros en una semana en el Golfo Pérsico y el golfo de Omán, uno de ellos por una denuncia judicial de un demandante privado y el otro por un accidente marítimo con una embarcación de pesca iraní.
La República Islámica considera la seguridad del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz como una ‘línea roja’ y avisa que monitorea de cerca todo el movimiento de fuerzas extranjeras y buques extranjeros en estas aguas.
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