“Cuba se opone a la imposición de sanciones unilaterales de EE.UU. contra Irán y a los intentos por subvertir el orden interno de esta nación”, afirmó el lunes el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, en su cuenta de Twitter.
Rechazó asimismo la injerencia de los países occidentales en los asuntos internos de otros Estados, y la manipulación de los derechos humanos con fines políticos.
El canciller cubano condenó, de esta manera, el conjunto de medidas restrictivas unilaterales que el Gobierno de Estados Unidos impuso a Irán, so pretexto de los disturbios violentos orquestados en el país persa, a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, días tras ser detenida por la policía.
Aunque la Organización de la Medicina Forense de Irán confirmó que la muerte de Amini se produjo por un fallo orgánico múltiple y no por un golpe en la cabeza o en órganos vitales, los países occidentales han culpado, desde el principio, a los agentes policiales del incidente, haciendo todo lo posible para manipular la información, en busca de exacerbar a la ciudadanía a salir a las calles a protestar contra el sistema de la República Islámica de Irán.
En este contexto, Washington ha apoyado a los vándalos, en el marco de defender a su estilo los derechos humanos, y ha impuesto diversas sanciones, incluidas a algunos responsables iraníes, encargados de restablecer la paz y el orden.
Teherán ha denunciado que EE.UU. carece de capacidad moral para hablar de derechos humanos, dado que ha puesto en peligro la vida del pueblo iraní al aplicar sanciones injustas, que no permiten el acceso a medicina, por ejemplo.
A su vez, el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Naser Kanani, denunció el mismo lunes el último enfoque “ilegal” de los países occidentales contra Irán y aseveró que “en los próximos días, Irán tomará una acción proporcional y recíproca ante las sanciones impuestas”.
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