Nicaragua anunció el domingo su invariable decisión de abandonar la OEA y de cerrar la oficina del organismo en Managua (capital nicaragüense), tras tildar al organismo de un instrumento de administración colonial.
“Ratificamos nuestra solidaridad y apoyo al hermano pueblo y Gobierno de Nicaragua y a su presidente, Daniel Ortega, ante nueva lección de dignidad y entereza, al decidir dejar de formar parte de todos los mecanismos de la OEA”, ha expresado Díaz-Canel en un mensaje emitido este martes en su cuenta oficial de Twitter.
La misma jornada, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha confirmado el respaldo de La Habana a “las firmes y legítimas decisiones” del Gobierno nicaragüense de retirarse de la OEA y de la Cumbre de las Américas, “Toda nuestra solidaridad con el hermano pueblo y Gobierno nicaragüenses”, ha agregado en la misma red social.
Nicaragua ya había criticado una y otra vez las acciones injerencistas de la OEA en sus asuntos internos y denunciado que esta nació como organismo de intervención de Estados Unidos para hacer efectiva su política y la doctrina Monroe, fundamentada en el dominio y el control de todos los países de América Latina y el Caribe, como si fueran parte del país norteamericano.
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