El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha informado en un comunicado de que había solicitado al Departamento de Transporte del país norteamericano la paralización de los vuelos chárter privados con destino a Cuba, incluso los que se dirigen al aeropuerto José Martí en La Habana (capital).
La medida anticubana no incluye los vuelos chárter públicos autorizados hacia y desde La Habana y otros autorizados para fines médicos de emergencia, búsqueda y rescate, y otros viajes que se consideren de interés para Estados Unidos.
Según la nota de Pompeo, la Administración de Donald Trump continuará sus medidas para cortar los ingresos del Ejecutivo cubano provenientes de tasas de aterrizaje, estancias en hoteles propiedades de las autoridades de Cuba y otras ganancias generadas por los viajes, para evitar que financie “sus abusos e interferencia en Venezuela”.
De inmediato, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha expresado su “rechazo enérgico a la nueva prohibición por gobierno de EE.UU. de vuelos chárter a Cuba excepto Habana y restricción número de ellos en esta. Es grave violación de derechos humanos, de libertad de viajar estadounidenses y obstaculiza reunificación familiar”, se lee en Twitter.
Con esta medida, que se enmarca en el reforzamiento del bloqueo del Gobierno de Trump sobre la nación cubana, será imposible viajar desde aeropuertos estadounidenses a la isla una vez restablecidos los vuelos regulares, en momentos en que todo el mundo enfrentan la pandemia de la COVID-19.
El sitio web Cubadebate, advierte de que la decisión de EE.UU. se inscribe en los esfuerzos de la Administración Trump de movilizar a los sectores anticubanos en la Florida, ante la baja en las encuestas electorales que el mandatario sufre en ese estado sureño, uno de los que más votos electorales aporta.
La nueva restricción estadounidense se suma a otra similar anunciada el pasado 10 de enero, también por Pompeo, sobre la suspensión de todos vuelos chárter públicos a Cuba, excepto a La Habana.
A finales de octubre de 2019, Washington prohibió los vuelos comerciales desde su territorio a todas las ciudades de Cuba con excepción de La Habana.
En octubre pasado también entró en vigor una nueva tanda de medidas que, entre otras cosas, revocaban las autorizaciones que permitían a empresas estadounidenses alquilar aviones a aerolíneas del Gobierno cubano, como la estatal Cubana de Aviación.
Después de un año de que las relaciones entre EE.UU. y Cuba iniciaban un proceso de normalización diplomática entre ambas partes, la llegada de Trump a la Casa Blanca puso fin a esa política impulsada por su predecesor Barack Obama y emprendió una serie de medidas contra la nación caribeña.
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