En la cuarta marcha masiva de los sábados, unos 30.000 indignados surcoreanos han urgido la renuncia de la presidenta tras revelarse el escándalo de su “asesora en la sombra”, Choi Soon-sil.
Por su parte, un número de partidarios de Park ha organizado una marcha paralela en Seúl, expresando su apoyo a la presidenta surcoreana.
La mandataria surcoreana tiene que someterse a un proceso judicial por un escándalo de corrupción y tráfico de influencias, convirtiéndose así en el primer jefe de Estado en funciones del país asiático que se somete a una investigación.



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