“Por otro lado, parece que dentro del grupo había personas que habían recibido instrucciones distintas, pero seamos también absolutamente francos, independientemente del nivel de conocimiento que se tuviera, lo que queda en evidencia es que hay una participación de todo ese grupo en ese magnicidio”, admitió el jueves Iván Duque.
En declaraciones formuladas al margen de un acto en la ciudad de Rionegro, en el departamento de Antioquia, el jefe del Estado colombiano desarrolló sus declaraciones, señalando que “en cualquier caso, la responsabilidad está clara”.
Asimismo, afirmó que Bogotá mantiene una colaboración con las autoridades haitianas para esclarecer el caso.
Duque ya había anunciado la misma jornada que uno de los colombianos reclutados para el magnicidio volvió a Colombia antes de la operación del asesinato.
En este sentido, dio a conocer que el individuo en cuestión “ha venido colaborando, entregando información e identificando a quienes eran los presuntos reclutadores”.
El pasado 7 de junio, un grupo de hombres armados atacó la residencia privada del mandatario haitiano, Jovenel Moise, ubicada en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe (capital).
El director de la Policía Nacional de Colombia, el general Jorge Luis Vargas, informó el lunes que en coordinación con la oficina nacional de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) de Haití han corroborado la identidad de 21 colombianos, 3 de ellos muertos y los otros 18 capturados por el país centroamericano, sospechosos de haber participado en el asesinato de Moise.
Esto mientras, según la Policía haitiana, el magnicidio de Moise lo perpetró un comando de 28 personas, de las cuales 26 son de nacionalidad colombiana y otras dos son estadounidenses de origen haitiano. Las autoridades haitianas también detuvieron el domingo a uno de los autores intelectuales del asesinato de Moise: otro ciudadano estadounidense de origen haitiano, residente en Florida (EE.UU.).
El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) admitió el jueves que algunos colombianos involucrados en el magnicidio recibieron entrenamiento en el país norteamericano.
Asimismo, cada día se revelan más aristas de la implicación de EE.UU., pese a que Washington alega estar preocupado por la crítica situación en Haití.
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