• Un grupo de investigadores concluye que las imágenes de satélite pueden servir para rastrear restos de naufragios en océanos.
Publicada: martes, 15 de marzo de 2016 1:33

Un equipo de investigadores acaba de descubrir un sistema que permitiría localizar barcos hundidos analizando imágenes de satélite, de modo que se podría trazar un mapa muy preciso de su posición con fines ecológicos y ambientales.

El trabajo, publicado esta semana en el Journal of Archaeological Science, demuestra que los barcos pueden ser localizados a partir de las nubes de sedimentos que se forman en la superficie como consecuencia de las corrientes y que revelan su posición.

Utilizando datos del satélite de la NASA Landsat 8, un grupo de investigadores del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales ha detectado rastros de hasta 4 kilómetros de longitud en las zonas donde se encuentran los barcos, una señal que podría repetirse en otras zonas costeras como señal delatora de su presencia.

Para llegar a este resultado, los autores del estudio realizaron una serie de pruebas en la costa belga, frente al puerto de Zeebrugge, a partir de la localización conocida de cuatro barcos: el SS Sansip, un buque de 131 metros de eslora que se hundió en diciembre de 1944; el SS Samvurn, un barco similar que se hundió un mes después; el SS Nippon, que se hundió tras una colisión en 1938; y el SS Neutron, un pequeño carguero de 51 metros que se hundió tras los daños por un choque, se cree que con uno de los barcos anteriores.

Una vez conocidas estas posiciones, los científicos rastrearon 21 imágenes de la zona tomadas por el satélite y descubrieron que en el área donde se encuentran los barcos los sedimentos generan unas señales características.

Una imagen de satélite revela la posición exacta de los barcos SS Sansip y SS Samvurn, en la costa belga, frente al puerto de  Zeebrugge,

 

Lo que ocurre, según los investigadores, es que la estructura de acero hundida en la arena genera una depresión en el fondo oceánico que se rellena con sedimentos cuando las mareas son tranquilas.

Después, cuando las corrientes de pleamar y bajamar agitan las aguas, esos sedimentos afloran y el rastro de esos movimientos se puede detectar desde el satélite.

De esta forma, explican, bastaría detectar estas corrientes y seguirlas hasta el vértice para encontrar nuevos barcos hundidos. Las embarcaciones encontradas, eso sí, se encuentran en aguas de hasta 15 metros de profundidad, lo que permite que afloren estos remolinos de sedimentos.

En profundidades mayores la búsqueda de pecios hundidos seguirá dependiendo de viejos métodos y de aventureros más audaces.

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