El portal catarí Al-Jadid informó el viernes que Irán, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Omán formarán una fuerza naval conjunta para mejorar la seguridad marítima en el Golfo Pérsico.
Al respecto, el comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el contralmirante Shahram Iraní, dijo el mismo viernes que los países de la región han llegado al punto de que si se quiere establecer la seguridad, se puede hacerlo a través de la sinergia y la cooperación entre los propios países regionales; pues se están formando coaliciones regionales, añadió.
El apoyo de Pekín a la formación de esta alianza se expresó en las afirmaciones del portavoz la cancillería china, Wang Wenbin, quien, durante una conferencia de prensa, señaló el lunes que mantener la paz y la estabilidad de la región del Golfo Pérsico en Asia Occidental influye en el bienestar de los países y las personas de la región.
Wenbin subrayó la “importancia vital” de la paz y la estabilidad en la región para salvaguardar la paz internacional, impulsar el crecimiento económico mundial y mantener estable el suministro de energía.
“China apoya a los países de la región en la resolución de disputas y el cultivo de la buena vecindad y la amistad a través del diálogo y la consulta”, dijo, asegurando que Pekín seguirá desempeñando un papel positivo y constructivo en la promoción de la paz y la estabilidad regionales.
La noticia sobre la posible creación de una alianza militar entre Irán y algunos países regionales sale a la luz un año después de que el régimen israelí anunciara que, junto con Estados Unidos y sus aliados árabes regionales, establecerían lo que llamaron una alianza militar como la OTAN en Asia Occidental para contrarrestar la influencia de Irán en la región.
El concepto fue promocionado por oficiales militares de Estados Unidos e Israel antes de la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Asia Occidental en julio. El objetivo era forjar una mejor coordinación entre los aliados para defenderse mutuamente de las percibidas “amenazas” iraníes.
Sin embargo, el sueño israelí de una alianza anti-Irán se ha hecho añicos, ya que varios países árabes del Golfo Pérsico, encabezados por Arabia Saudí, han comenzado desde entonces a cambiar sus alianzas y restaurar sus relaciones con Teherán.
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