La tensión entre EE.UU. y China se dispara de nuevo debido a la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris al sudeste asiático, destinada a contrarrestar la creciente influencia de China.
Este miércoles Harris llegó a Vietnam. La segunda parada de su gira, donde repitió lo dicho en Singapur, la víspera.. Acusó a Pekín de intimidar a sus vecinos.
Dijo que era necesario aumentar la presión sobre China por sus reivindicaciones sobre el mar de China Meridional, sobre el que el gigante asiático mantiene una disputa con cuatro países, incluido Vietnam y Taiwán.
La respuesta china no se hizo esperar. Denuncia que la tarea de Harris es abrir una brecha entre China y las naciones del sudeste asiático. Instó a Washington a dejar de perturbar la paz y estabilidad regionales.
A estas tensiones hay que sumar las surgidas sobre el origen de la COVID-19. Enfermedad que desde su aparición, en 2019, EE.UU. ha denunciado que procede del laboratorio virológico de Wuhan, donde se detectó por primera vez.
El caso ya fue investigado el pasado abril, por la Organización Mundial de la Salud, que determinó como poco probable que la COVID-19 se haya originado allí.
La cancillería china afirma que nadie amerita más una investigación adecuada que EE.UU. Denuncia que en el laboratorio Fort Detrick, cerrado desde julio de 2019, se habrían producido graves violaciones de seguridad y oscuros experimentos.
Y delata que la Universidad de Carolina del Norte habría llevado a cabo numerosos experimentos en el campo de los coronavirus.
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