El portavoz del ِDepartamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), Gary Ross dijo que con el vuelo del bombardero estratégico chino sobre las islas Spratly —territorio disputado por Pekín y algunos países vecinos—, el gigante asiático busca mostrar el músculo a los rivales.
"Continuamos observando una continuidad en la actividad militar de China en la región", señaló Ross.
A principios del pasado mes de diciembre, China movilizó su bombardero nuclear de largo alcance H-6 y sobrevoló las regiones en disputa en el mar de China Meridional, en protesta por una polémica conversación entre el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
La eventual decisión de Trump de establecer relaciones oficiales con Taiwán, e ignorar así casi 40 años de compromiso de Washington con Pekín, ha indignado al país asiático que considera a Taiwán como una provincia ‘rebelde’ y parte de su territorio.
Pekín ha instado al entrante presidente de Estados Unidos a no cambiar la dirección de las relaciones bilaterales, y respetar el principio de ‘una sola China’.
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