El artista callejero, identificado como Francisco Martínez Romero, murió el viernes en la provincia de Valdivia (sur), después de que un agente de Carabineros le disparara con su arma de servicio durante un control.
Tras lo sucedido, decenas de artistas y activistas se congregaron en las principales arterias del país para denunciar la violencia policial y exigir justicia para Martínez.
El sábado, varios colectivos se reunieron en la Plaza Ñuñoa, situada en el oriente de Santiago de Chile (Capital), para realizar un evento cultural en honor al malabarista.
Sin embargo, pese al carácter pacífico de la jornada, los Carabineros llegaron con vehículos blindados, cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud y un gran número de participantes fueron detenidos.
CARABINEROS REPRIME MANIFESTACIÓN FAMILIAR Y PACIFICA EN PLAZA ÑUÑOA, por el asesinato de Francisco Martinez. pic.twitter.com/i6yvtZl706
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El viernes, un grupo de personas enfurecidas por la muerte de Martínez incendiaron la Municipalidad de Panguipulli, en la región de Los Ríos (sur). Según confirmó la central de bomberos de la comuna, la Municipalidad, oficinas del Juzgado de Policía Local, Correos de Chile, ESSAL, el Departamento Social, el Registro Civil y Chile Atiende fueron “totalmente consumidos por las llamas”.
Se estima que en los próximos días se efectúen movilizaciones en el país, exigiendo justicia, así como la renuncia del presidente Sebastián Piñera, quien no se ha expresado ante el crimen del malabarista.
El cuerpo de Carabineros ha sido cuestionado por la brutalidad con la que reprimió las protestas de 2019 contra la desigualdad. Las críticas contra el cuerpo policial se intensificaron el pasado octubre, a pocos días del primer aniversario del estallido social, cuando un agente lanzó a un menor al cauce de un río durante una protesta.
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